sábado

Un día en la luna, y al día siguiente en Paris

A tropezadas, trompicones y traspieses de todos los colores, he aprendido un montón de tonterías. Y quizás te preguntas si el color de tus sueños será muy diferente al mío.
Yo, de colores no sé mucho ni nada.
Pero... he aprendido a reconocer el color de la primavera, que no es muy distinto del mar,
y del color de tus ojos por la mañana, que es muy difícil de explicar.

Me sobra todo lo demás.

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